La segunda oferta que presentó la Secretaría de Hacienda del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para recomprar los bonos del NAIM también fue rechazada. A pesar de que mejoró en comparación con la primera, el grupo de tenedores afirmó que los términos eran insuficientes para compensar la reducción en el volumen de pasajeros del aeropuerto prometido al que realmente será.
Ciudad de México, 17 de diciembre (SinEmbargo).- Luego de una negativa a la oferta de recompra de bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) lanzó una segunda y esa también ya fue rechazada. De acuerdo con economistas, si bien el Gobierno de México no está a la deriva en esta situación, sí está en manos de este grupo de empresarios.
Hasta el momento, la Secretaría de Hacienda no tiene contemplado realizar nuevos cambios a la última oferta de recompra, así lo informó la dependencia anoche en un comunicado. Esta decisión provocó que este lunes se registrada una baja en la mayoría de los bonos emitidos por el Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (MexCAT). De las cuatro series de bonos emitidos para financiar el proyecto aeroportuario, tres operaron a la baja.
El diario El Financiero reportó que entre los inversionistas que se resisten a la oferta de recompra podría estar el mexicano Carlos Slim Helú.
«Hay un nuevo grupo que quiere quitarle el liderazgo a Manulife, Schroders, BlackRock, JP Morgan Chase, PIMCO, Prudential, Troweprice, Wellington, TiaaInvestment, WellsFargo, Vanguard, PMG Americas y Nueveen. Este otro conjunto de bonistas está irrumpiendo con más agresividad y quiere echar mano de asesores más experimentados en pleitos de este tipo. Se rumora que en él figuran David Martínez y Carlos Slim», detalló el diario.
Según el medio, Martínez se dedica a comprar deuda de este tipo y Slim Helú, como principal inversor del NAIM, actuaría en defensa. «El nuevo grupo de bonistas que se está levantando en pie de lucha está proponiendo como asesores a firmas del calibre de Quinn Emanuel, Millbank, Morgan Lewis, Paul-Weiss o Akin Gump. Y en la parte mexicana a bufetes como Cervantes-Sainz de Alejandro Sainz, Guerra y Asociados de Jaime Guerra, White & Case que lleva Vicente Corta o Santamarina y Steta de Agustín Santamarina», reveló El Financiero.
Este lunes, el grupo de tenedores de bonos ad hoc emitidos por el Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México (“MexCAT”) representado por Hogan Lovells y Houlihan Lokey (el “Grupo de Tenedores de Bonos Ad Hoc de MexCAT”), consideró alentadoras las declaraciones que la Secretaría de Hacienda realizó anoche indicando que si no se acepta la oferta de recompra y solicitud de consentimiento modificada y reexpresada del 11 de diciembre de 2018 (la “Propuesta Modificada”), el gobierno mexicano y MexCAT están dispuestos a considerar otras alternativas.
«El grupo de tenedores de bonos ad hoc MexCAT cree firmemente que las enmiendas a la Propuesta Modificada que se dieron a conocer a los representantes de MexCAT son fundamentales para asegurar que no se afecten las expectativas de los inversionistas a largo plazo. En particular, el Grupo de Tenedores de Bonos Ad Hoc MexCAT considera que los bonos que no se liquiden deben contar con una garantía que sea consistente con la que se contempló en la oferta original de bonos. El Grupo de Tenedores de Bonos Ad Hoc MexCAT espera con interés un diálogo constructivo con MexCAT», indicó el grupo de tenedores en un comunicado.
La economista en jefe de Banco Base, Gabriela Siller Pagaza, comentó que el mercado cambiario tomó la segunda oferta de recompra como algo positivo y el tipo de cambio se bajó al nivel de 19.98 pesos por dólar.
“Se vio como un esfuerzo por parte del Gobierno federal para avanzar en el proceso o ver qué es lo que pasará con estos fondos. Hay un poco de incertidumbre por lo que va a suceder, pero me parece que entre más se alargue esto generará más incertidumbre y puede generar presiones sobre el presupuesto 2019”, comentó en entrevista con SinEmbargo.
Sólo un día después de presentada la oferta de mil dólares por cada mil invertidos –la primera era de 900 por cada mil– más una prima del 10 por ciento por cada mil dólares invertidos, el grupo de tenedores de bonos del NAIM dijo que no que los términos propuestos son insuficientes para compensar la reducción en el volumen de pasajeros.
Para Valeria Moy, directora de México ¿Cómo vamos?, el objetivo del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador es eliminar cualquier resquicio en el contrato que pueda llevar a tribunales, lo que elevaría el costo por la cancelación de la megaobra.
La especialista planteó que la primera oferta que presentaron fue a descuento; es decir, les dijeron a los acreedores que se pagaría un poco menos de lo que se había pagado, lo que no estuvo acorde a un país como México que tiene Grado de Inversión y no tiene dificultades de pago.
Moy consideró que los accionistas reaccionaron de manera lógica: no iban a comprar algo a descuento si prometieron que les iban a pagar 100 por ciento.
“A estos inversionistas lo que les estaban exigiendo es cambiar las reglas del juego. Cuando ellos compraron los bonos, lo que les estaban diciendo es que les iban a pagar con flujos de un aeropuerto nuevo, con cierto flujo de recursos, que les pagarían con la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA)”, dijo en entrevista con este diario digital.
En esa nueva oferta, la Secretaría de Hacienda les dijo que sin el NAIM se les pagaría con la TUA del aeropuerto actual, por lo que se tendría que borrar cualquier referencia a la TUA del Nuevo Aeropuerto Internacional de México; de no ser así, los inversionistas podrían solicitar ir a juicio en Nueva York, Estados Unidos, lugar donde se emitió la deuda.
Así, la Secretaría de Hacienda actúa con el objetivo de desaparecer cualquier vínculo o referencia al NAIM y pagar los bonos, que son a 10 y 30 años con los flujos de la TUA del aeropuerto actual.
“Es el cambio de reglas […] Con el NAIM lo que se vislumbraba es que la TUA iba a crecer, que habría cada vez más pasajeros y eso generó certeza del pago de bonos. Pero con la noticia de que no habrá nuevo aeropuerto, los inversionistas internacionales dudan si alcanzará para pagar con la del aeropuerto actual, que está saturado”, agregó Moy.
LAS MANIOBRAS DE HACIENDA
La Secretaría de Hacienda propuso aumentar el TUA a 44.07 dólares para vuelos internacionales y a 3.89 para nacionales, lo cual incrementaría los costos de los boletos de avión entre un 25 y 30 por ciento.
Esta maniobra también traería un movimiento en el Presupuesto de Egresos para el siguiente año porque actualmente la TUA se destina para pagar el mantenimiento del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y luego de la cancelación del nuevo pasaría a pagar a los bonistas, por lo tanto el Gobierno federal tendría que destinar dinero para el mantenimiento del aeropuerto.
Las negociaciones con los inversionistas que poseen títulos respaldados por la obra cancelada en Texcoco aún parecen estar lejos de llegar a una conclusión, ya que demás de los tenedores de bonos –que son principalmente extranjeros y se rigen por las leyes estadounidenses– aún están pendientes las negociaciones con los tenedores de títulos emitidos a través de la Fibra E (FNAIM).
“Lo que quiere evitar Hacienda es llegar a los tribunales, porque si hubiera cancelado el NAIM antes de arreglar el problema financiero, en ese instante se genera un aluvión de demandas que le saldrían carísimo al Gobierno de México. Lo que quieren es terminar la bronca con los inversionistas y una vez que tengan liquidado ese problema ya pueden cancelar el NAIM. No puede cancelarlo formalmente antes de liquidar las obligaciones financieras que tiene. Es un tema legal-financiero”, sostuvo la directora de México ¿Cómo vamos?
Y por eso la noticia de que la construcción continuará hasta el 4 de enero, fecha en la que concluye la oferta de recompra de bonos por parte del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), según informó el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú.
“Estamos si o no a la deriva, sí en manos de los inversionistas”, concluyó Moy.
De esta segunda oferta, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público supuso que estos cambios serían de mayor interés de los tenedores porque abordaba las preocupaciones planteadas por los tenedores en la medida de lo posible, en consonancia con las orientaciones de política del gobierno mexicano. La dependencia instó a los titulares a actuar de manera expedita para aceptar las propuestas.
La fecha de vencimiento se anunció para el 4 de enero de 2019.
Al viernes 14 de diciembre, los bonos con vencimiento a 2026 y 2047 subieron seis centavos y se negociaban en 92 y 93 centavos respectivamente, según la agencia Bloomberg. Luego del anuncio de la cancelación del NAIM, los bonos cayeron de su valor inicial y se cotizaban en 75 centavos.